No puedes pensar en un San José ocioso.
Tampoco en un San José febril, acongojado…
Piensa con amor en el carpintero diligente, sin altibajos,
sereno, sin nerviosismos.
Ni un minuto desperdiciado. Tensión…, pero de voluntad…,
de voluntad inflexible y serena, no de nervios.
¿Por qué no imitas a San José en tu modo de trabajar, de estudiar?
Piensa un rato en el tiempo. ¿Concibes su valor?
Gloria de Dios, Sangre de Cristo, almas, santidad, grados de felicidad
perpetua… “Recoged las sobras para que nada se pierda”,
dice Cristo tras la multiplicación de los panes.
Para la turba, aun para los apóstoles todavía, los fragmentos nada valen.
Para Cristo, son pan que puede saciar a otros hambrientos;
son partecitas del milagro de su amor…
Al dividir tu tiempo, quedarán “fragmentos” …, momentos
perdidos… Esos minutos pueden salvar almas, pueden saciar la
sed asfixiante de amor que atormenta el Corazón de Cristo…
Aprende de José a trabajar, a aprovechar el tiempo con avaricia
santa. Dile con toda el alma: José bendito, quiero seguir tus
ejemplos, pero soy débil, inconstante. Préstame tu ayuda
poderosa. Tú todo lo puedes y yo todo lo necesito…
San José, modelo de laboriosidad, ruega por nosotros.
(Mes de San José)
Tampoco en un San José febril, acongojado…
Piensa con amor en el carpintero diligente, sin altibajos,
sereno, sin nerviosismos.
Ni un minuto desperdiciado. Tensión…, pero de voluntad…,
de voluntad inflexible y serena, no de nervios.
¿Por qué no imitas a San José en tu modo de trabajar, de estudiar?
Piensa un rato en el tiempo. ¿Concibes su valor?
Gloria de Dios, Sangre de Cristo, almas, santidad, grados de felicidad
perpetua… “Recoged las sobras para que nada se pierda”,
dice Cristo tras la multiplicación de los panes.
Para la turba, aun para los apóstoles todavía, los fragmentos nada valen.
Para Cristo, son pan que puede saciar a otros hambrientos;
son partecitas del milagro de su amor…
Al dividir tu tiempo, quedarán “fragmentos” …, momentos
perdidos… Esos minutos pueden salvar almas, pueden saciar la
sed asfixiante de amor que atormenta el Corazón de Cristo…
Aprende de José a trabajar, a aprovechar el tiempo con avaricia
santa. Dile con toda el alma: José bendito, quiero seguir tus
ejemplos, pero soy débil, inconstante. Préstame tu ayuda
poderosa. Tú todo lo puedes y yo todo lo necesito…
San José, modelo de laboriosidad, ruega por nosotros.
(Mes de San José)
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